martes, 27 de octubre de 2009

Cuchillo Volador


Regresaron los tiempos donde los cuchillos volvían a la vida, en donde aprendían a volar y a planear con las alas mágicas del impulso dado. Volvieron esos tiempos en donde las paredes del comedor se pintaban solas de un color rojizo, en donde los cuadros se tambaleaban por los gritos de aquella mujer. Volvieron los revuelos y los recuerdos en aquella casa rojiza y sin amor, volvió a inundarse de agua con sal, de agua salida de los ojos de personas medias, de personas que comen y duermen y tienen necesidades. Ahora la sangre resbala por la avenida de la insensatez, por la avenida del fracaso y de la intolerancia. La gente media se amontona en balsas amarillas y tratan de cruzar la avenida de sangre, intentan no ahogarse en el recuerdo que les atormenta su viaje. Intentan ser personas y empiezan a mirar escaparates y entonces empiezan a dejar de ser personas, empiezan a creerse que tienen necesidades mas altas que las del hombre promedio y compraran unos prismáticos para ver donde dejaron aquel reguero de muchedumbre y cobardía. Y entonces todos nos taparemos los ojos y mandaremos a la mierda la necesidad de ver y caminaremos ciegos por las aceras grises y los azulejos cuadrados, y sentiremos en alguna otra casa el aleteo del cuchillo, y dejaremos de sentir también. Y llegara el tiempo en que no seamos personas porque no tendremos la oportunidad de volver a sentir, ni sabremos nunca lo que fue eso. Y seguiremos dejando destruir al hombre que maneja los muñecos con cuerdas, seguiremos dejándole arrasar con su odio y sus tormentos a las personas medias y aquel que es capaz de empuñar un cuchillo que vuela.

martes, 20 de octubre de 2009

9 de Noviembre de 1989


El muro de la discordia
Con conmemoración del 20 aniversario de la caída del muro de Berlín, voy a intentar volver la vista atrás y retratar lo que sucedió entre 1961 y 1989, en aquellos años de guerra fría, de aquel malestar que existía entre las dos grandes potencias mundiales, hablar de la desesperación que pasaron millones de familias en aquel Berlín separado por un muro. La historia es historia y los hechos ya los conoce casi todo el mundo, así que es muy posible que este reportaje mío no te resulte tan innovador.
Berlín 11 de agosto de 1961
La republica democrática alemana inicia el proceso de la construcción del muro de Berlín, tras la amenaza constante de una posible guerra fría, el consejo socialista se reunió en la capital soviética aprobando y autorizando la construcción y levantamiento del muro. Empezaba la pesadilla para miles de personas, miles de familias que no tenían porque separarse de su gente, de sus bienes, sus trabajos, unas personas que sin saberlo estaban empezando a ser utilizadas políticamente como marionetas. Iba a empezar la amargura de una ciudad entera.
Tras la tensión que se había creado entre la parte occidental controlada por franceses, británicos, y americanos en los últimos años con la unión soviética, el Kremlin decidió que lo mejor para los alemanes orientales seria la construcción de un muro divisorio con motivos antifascistas, una decisión quizás errónea en la que murieron mas de 190 personas tiroteadas a manos del ejercito soviético, una opresión ejercida a un pueblo dañado por la guerra mundial, por su triste pasado de batallas infundadas y lideres fascistas, una ciudad aun con el peso de la guerra a sus espaldas, de la reconstrucción paulatina por la que tuvieron que sufrir...
Berlín 12 de agosto de 1961
El partido comunista declara el acordonamiento de los sectores oeste de Berlín y del SBZ en los próximos días. En la noche del 12 al 13 de agosto sin previo aviso, ordenaron la construcción del muro. Mas de 5000 soldados, brigadas y miembros de la volkspolizei hicieron guardia aquella noche en la que solo falto rellenar el ultimo tramo de muro, construido el día 13. Mas de 40 kilómetros de muro separo Berlín en dos, la zona occidental y la zona oriental controlada por los soviéticos. Un muro que marco vidas, que separo y señalo una de las mayores metrópolis de Europa, aquel dichoso muro que hizo tambalear la paz mundial y que destrozo vidas enteras. Las comunicaciones entre las dos Berlines quedaron cortadas aquel fatídico día para 3 millones de personas. Las reacciones por parte del bando occidental fueron lentas, iban llegando las protestas con cuenta gotas a Moscú. La construcción del muro fue la confirmación del statu quo, que se cimentó en el sentido literal de la palabra. Fue una demostración de poderío pero a la vez un síntoma de desconfianza y debilidad hacia su propio pueblo, una pieza de engranaje mal montada en medio de una ciudad ya bastante estropeada y dolida. Una obra dictatorial, para intentar frenar el cese de hostilidades entre las dos partes. Al presidente Kennedy la idea no le pareció la mejor forma de expresión por parte de los soviéticos sin embargo, tampoco quiso meterse mas en las ya difíciles y complicadas relaciones que mantenían los dos países, la frase “ Es una solución poco elegante, aunque es mil veces preferible a la guerra” fue suya y dio el permiso vigente para que se llevara acabo. 300 torretas vigilaban junto con los soldados día y noche cualquier resquicio o grieta que pudiera haber en el infranqueable muro, la gente desesperadamente buscaba libertad y mayor calidad de vida de la zona occidental, se jugaban la vida literalmente, unas 400 personas fueron heridas gravemente por intentar llegar al “otro Berlín”. Uno de los casos mas sonados fue el escape de 57 Berlineses del este por un agujero construido a 156 metros bajo el suelo en Berlín occidental. Las manifestaciones eran casi diarias en esta zona, la fiereza de las protestas contrastaba con el hermetismo de la zona soviética. Miles de personas buscando un resquicio de libertad, saltaban la valla en un ultimo esfuerzo por volver a ver a las viejas amistades, familia... en un ultimo gesto desesperado de la gente para escapar, esas personas que vivían esos momentos de opresión, de colores contrastados, de libertad frente a prisión en una misma ciudad, que sin ir mas lejos avanzaba a pasos agigantados. En un intento por aplastar el resquicio comunista en la zona oriental Kennedy mando formar el 27 de Octubre de 1961, 10 carros de combate en la línea fronteriza Chekpoint Charlie. Ambos lados de la confrontación sabían que aquello podía acabar en una guerra atómica y a los tres días siguientes ordenaron la retirada. En los años póstumos, quedo reflejado el resquebrajamiento de un Berlín muy hundido moralmente. La gente intento escapar siempre, unas 5000 personas lo intentaron. De hecho obsesionados los dirigentes soviéticos con la amenaza fascista y con la huida de mentes privilegiadas, regularmente ordenaban la reconstrucción del muro cada poco tiempo, poniendo distintos materiales, desde alambres con pinchos hasta un doble muro, pastores alemanes recorrían junto a los guardas el muro de la discordia. 190 kilómetros de historias paralelas, de gente muerta desangrada a disparos, de cara y cruz, de luces y sombras, de vidas destrozadas en esa preciosa ciudad. La puerta de Bradenburgo asistía cada día a los intentos de fuga de todo tipo de personas, asistía cada día a la terrible canción que proporcionaban los llantos y gritos, la cólera y la impotencia alojada en una gente que lo único que quería era escapar de aquella prisión controlada, de reencontrase con sus familiares, de vivir de una manera diferente a la que estaban siendo sometidos con el régimen soviético. El problema no era viajar o desplazarse por el país, el problema era en pasar de una calle a otra porque automáticamente pasabas de una ideología a la otra. La gente de la Berlín soviética intentaba en un esfuerzo saltar por las ventanas de una calle famosa del este, la gente abría las ventanas y abajo una treintena de bomberos occidentales trataban de coger en bolandas a los valientes que se tiraban. De aquellos valientes hubo una mujer de unos 71 años de edad, balanceándose entre el 5º y 4º piso, agarrandose al comunismo mas extravagante que le tiraba de nuevo hacia el piso de la habitación, soldados soviéticos tiraban de ella hacia arriba, mientras tanto otro joven saltaba para agarrarse a las piernas de esta señora y con su peso por fin tirarse a la marabunta de gente y bomberos que había por aquella calle del lado occidental, cayeron a plomo. Finalmente los lideres soviéticos se reunieron con el líder comunista Nikita Kruschev y formalizaron la orden de tapar con ladrillos todas y cada una de las ventanas de aquel piso y de los edificios colindantes, los inquilinos vivieron en sus carnes y vieron como aquella luz grisácea que entraba por su ventanas, rápidamente se desvanecía por completo, dejando las habitaciones en completa oscuridad. Los pisos al cabo del tiempo acabaron derruidos para seguir construyendo el muro. Se utilizaron los ladrillos y todo el material que fueron en su día otorgados para la construcción de viviendas y apartamentos, el muro parecía una fuerza móvil y extravagante, que destruía todo lo que se le cruzara por su camino y dejo inhabilitado todo lo referente a los transportes, quedándose así, dos estaciones de ferrocarril fantasmas, en donde ya no existía el trafico de personas. Cada muerte a manos de soldados soviéticos suponía una bajada en la moral de sus ciudadanos. La gente se agolpaba en un pequeño montículo situado en el Berlín occidental para intentar ver a sus familiares atrapados, para tirarles cualquier tipo de objeto que pudieran recordar, las familias rompían a llorar y se podía ver como la gente sacaba sus pañuelos blancos y se limpiaban las lagrimas que le caían de los ojos. Moviendo el pañuelo de arriba abajo, sacudiendo las lagrimas derramadas en aquel campo en donde no crecía la hierba.
Berlín 1989
Tras varias modificaciones del muro en distintos años, Berlín oriental noto en unos años su creciente estabilidad económica, aquella parte de Berlín empezaba como una gran potencia. Esta parte del éxito soviético fue en parte a la influencia estabilizadora del muro que mantuvo y corto el éxodo de los profesionales mejores preparados quedándose así el sistema social intacto. En 1987 Ronald Reagan en un discurso dado en la zona occidental, pedía a su homónimo Mijaíl Gorbachov el derribo del muro, pero para aquel entonces en la URSS se estaba llevando acabo el acuerdo y firmas de la nueva reforma llamada Perestroika llevado por el presidente soviético. La bomba exploto y se empezaron a manifestar la gente de Berlín este para que hubiera un cambio en la política del muro, pidiendo total libertad de desplazamientos. El 8 de noviembre de 1989 Gunther Sabouwsky hizo unas declaraciones para todo el mundo “ Todas las restricciones en Berlín están siendo anuladas, el muro ha caído”. A finales de aquel año el telón de acero desaparecía para siempre del mapa. Hungría, Bulgaria, Rumania y Alemania oriental derrocaron a sus gobiernos comunistas. La gente aquella noche de noviembre se aglutino en las pocas entradas que había, los soldados soviéticos miraban a la gente incrédulos, no sabían lo que estaba sucediendo. La gente lloraba de felicidad, se amontonaban para poder entrar a ver a sus amistades y familiares. La gente gritaba desafiante aquella noche fría de noviembre, aquella noche en donde empezaron a juntarse las almas de las personas, en donde empezaban a recordar a los héroes caídos, a los valientes que intentaron cruzar el muro. La felicidad corrió esa noche como la pólvora, sabían que el comunismo no iba a tardar mucho en salir de sus vidas. Gorbachov cuando asumió el poder de la URSS se encontró con una economía en bancarrota, dominada por la corrupción. Un año mas tarde las dos alemanias se reunifican. La puerta de Bradenburgo, comienza una nueva etapa en su dura existencia, empezaban a llegar los primeros turistas que paseaban tranquilamente por las dos zonas, sin que ningún soldado les pudiera disparar. Dos años mas tarde la URSS se desintegro para no volver mas. La gente se aglutinaba día y noche para derribar el muro con lo que fuera, valía todo. Ese sentimiento de rabia y desesperación era lo que daba el impulso a la gente por derruirlo lo antes posible, hasta que casi desapareció por completo. A día de hoy se conserva una parte del muro pintado por artistas, un kilómetro y medio de recuerdos e historias que son de todos. Hoy en día se puede ver adoquinada lo que fueron las dos partes, se puede imaginar lo que supuso eso para una ciudad como Berlín. La gente cuando recuerda, prefiere no hablar del pasado. Otros hablan con melancolía de aquel 9 de noviembre de 1989. Berlín hoy en día es una de las principales capitales mundiales, albergando en sus numerosos museos lo que fue este país tiempo atrás. Ahora es una ciudad vanguardista, moderna, civilizada, una ciudad multicultural y plural. Una ciudad cosmopolita que se puede recorrer en bicicleta, dispone de muchísima cultura y espacios en los que recrear la mente, una ciudad en donde el recuerdo todavía sigue latiendo.
Y hasta aquí mi pequeño homenaje a toda esa gente, un homenaje que sirve para concienciar cabezas en este futuro incierto.

miércoles, 14 de octubre de 2009

El genio de la multitud


Hay suficiente traición y odio, violencia,
necedad en el ser humano corriente
como para abastecer cualquier ejercito o cualquier
jornada.
Y los mejores asesinos son aquellos
que predican en su contra.
Y los que mejor odian son aquellos
que predican amor.
Y los que mejor luchan en la guerra
son -AL FINAL- aquellos que
predican
PAZ.
Aquellos que hablan de Dios
necesitan a Dios.
Aquellos que predican paz
no tienen paz.
Aquellos que predican amor
no tienen amor.
Cuidado con los predicadores
Cuidado con los que saben.
Cuidado con aquellos que están siempre
leyendo libros.
Cuidado con aquellos que detestan
la pobreza o están orgullosos de ella.
Cuidado con aquellos de alabanza rápida
pues necesitan que se les alabe a cambio.
Cuidado con aquellos que censuran con rapidez:
tienen miedo de lo que no conocen.
Cuidado con aquellos que buscan constantes
multitudes;
no son nada solos.
Cuidado con
el hombre corriente
con la mujer corriente.
Cuidado con su amor.
Su amor es corriente, busca
lo corriente.
Pero es un genio al odiar
es lo suficientemente genial
al odiar como para matarte, como para matar
a cualquiera.
Al no querer la soledad
al no entender la soledad
intentarán destruir
cualquier cosa
que difiera
de lo suyo.
Al no ser capaces
de crear arte
no entenderán
el arte.
Considerarán su fracaso
como creadores
sólo como un fracaso
del mundo.
Al no ser capaces de amar plenamente
creerán que tu amor es
incompleto
y entonces te
odiarán.
Y su odio será perfecto
como un diamante resplandeciente
como una navaja
como una montaña
como un tigre
como cicuta
Su mejor
ARTE.

domingo, 11 de octubre de 2009

Tengo una corazonada


Es cierto que a veces el mundo y el planeta te da una tregua a tu angustiada vida de estresado y loco en la que supuestamente vives. Es casi poético el ver el sol en lo alto del horizonte, darte luz y calor tan reconfortante a estas alturas de octubre. El cielo despejado, la gente con camisetas de manga corta por la calle y las familias que se reúnen en el bar de abajo para celebrar este puente de la constitución. Resulta incluso agradable la visión de los niños jugando y correteando con sus bicicletas, detrás de los padres y abuelos. Es un tanto irónico resaltar esta tarde madrileña y ponerla entre algodones recién recolectados, por un momento dejas de pensar en la mierda de vida que tienes y del día a día en el que vives. Madrid es una ciudad espléndida, una ciudad que avanza hacia el modernismo de las grandes polis europeas, el art decó se reúne en las mejores pinacotecas, el glamour de todas sus calles se junta con la extravagancia de toda su gente. El aire bohemio y ya desfallecido de los poetas se reúne con el alma de los vagamundos en los suburbanos de la Plaza de España, los bancos se llenan de vida para alumbrar el sueño de muchos alcohólicos insociables y vagantes de penumbra y soledad. Los escritores envidiosos y chavales dispuestos hacer el botellón se reúnen en el templo de Debod, intentando esquivarse de ellos mismos, intentando librase de la multa y de la ley. Un regalo egipcio de 1968 a la gran decadencia fascista del momento, fue un regalo para simpatizar y hacer ver que los españoles ayudamos correctamente con la presa de Asuan. Ahora esta allí, expuesta a todo viajante que desee contemplar tal belleza, ahora es un regalo para los ojos de todo extranjero que quiera un minuto mas, disfrutar de la preciada soledad con su porro y su cerveza Mahou en mano. Manjares de las mejores calles están hechas para el visitante y vividor madrileño o foráneo. La Puerta del Sol donde vividores y vendedores de oro conviven en casi perfecta armonía con los turistas llegados de todos los rincones del mundo, la mítica visión de las campanadas de año nuevo se da cita allí, junto con nuestro amigo el oso que acaricia el madroño de una manera casi sensual. Lavapies lugar donde se citan mentes brillantes y gente multicultural, hace mella en el negocio y trapicheo de drogas, ese barrio madrileño llenado por un crisol de culturas y razas diferentes, ese barrio casi clandestino en donde se junta vida y calle, un lugar donde las mentes junto con las carteras vuelan rápido. Gente por la Gran Via madrileña, solo ves gente intentando ser personas. Te miran les devuelves la mirada y continúan andando, hay otros que ni lo hacen, incluso hay alguna chica guapa que te sonríe queriendo expresar que la gustaste. Los veinticuatro horas abiertos, los negros deambulando por la calle Montera junto con algunas de las mas bellas prostitutas se dan cita en Madrid. Viejos y borrachos deambulando junto a las señoritas, gente dejándose el dinero en todo lo que sus ojos quieren tener y tocar. Los bajos de Pan Bendito donde me juntaba con mi amigo búlgaro para fumarnos unos canes y conversar de nuestra vida, entre gitanos y maleantes, entre vida y muerte anunciada. Que bonito es retratar a una ciudad como esta y verla como la ven mis ojos, que son los tuyos también. Se va el sol ahora mismo con el calor y mi admiración de hoy. Seguiremos intentando ser alguien aquí y en cualquier parte, pero siempre llevare Madrid en mi corazón, siempre formaras parte de mi, como yo de ti.

Noches de pasión en Madrid


Me encarame en la barra de aquel puto antro, mi cuerpo sediento pedía bebida fría ,pedía alcohol. Me aproxime al camarero que tenia aires de bohemio melancólico, al lado me sobrepasaba la cabeza de un perro flauta con el alma cándida. Me aleje. Cuando ese tipo de gente te empieza hablar de la evolución y del sentido de la vida en términos relativamente estúpidos, piensas y te miras a ti mismo como eres, ósea te intenta hacer pensar que eres un subnormal, te intenta abducir tu propio pensamiento y no porque el tipo ese tenga la razón, si no porque lo dice un puto libro. Ya iban unas 7 copas de whisky, yo seguí a lo mío, bebiendo y desconfiando de aquel tipejo que se intentaba alojar en lo mas profundo de mi cerebro. Por fin se decanto y se digno a decirme los secretos mas íntimos de Rhonda Byrne, el movimiento de los péndulos, de los planetas y de muchas otras bobadas mas. Acabe empujando a este gran hijo de puta a la pared y pedí otro whisky al camarero. No me gustaba la gente de aquel antro, de hecho no me gusta la gente, pero hago un gran esfuerzo al intentar escucharla. Soy alcohólico no psicólogo. Aunque cuando sobriamente dicen tantas gilipolleces, pues ciertamente no lo puedo tolerar. Uno tiene un rol o rango que acatar y ese rango mío es el de alcohólico o el de borracho, tenia que ser el dueño de aquella barra mística. Me asustaba la idea de que pudiera haber tanto ignorante para comprar tales libros o ver esas películas, para engañarse a si mismos con pura irracionalidad. Pero también dicho buenamente, desde lo mas profundo de mi, me asustaba a mi mismo lo que podía pensar o mas bien lo que podía beber en ese momento. Todo eran grados en esa barra, los 35º de la tarde madrileña no parecían afectar al camarero gay, pero a mi si. Afectaron hasta la ración de oreja que pedí, parecía todo rancio, el gay, el perro flauta, yo, todo era rancio en aquella maldita barra. Me estaba afectando seriamente el no fumar, el tabaco a mi vida, creía que no, pero cuando aquella maldita puta me invito al ultimo whisky me estaba muriendo por dentro, quería vomitarla encima, era duro no poder fumar como los hombres, era duro no ser hombre en ese momento, sentía la necesidad de fumar, mi cerebro me estaba comiendo. Quizás fue lo mejor, haberla dado aquella puta el ultimo trago, quizás fue mejor no haber seguido fumando. Creo que sigo bebiendo para olvidarme de las gilipolleces que algunas personas sueltan estando sobrias o no. Yo no estoy sobrio, ni pretendo estarlo. Es mas, quizás leyendo esto sobrio no tenga ninguna gracia. La puta esa me supo a tabaco desde todos los ángulos y labios. Era como masticar un chicle de Fortuna constantemente, solo que ese chicle gritaba cosas ilegibles en algunos momentos dados. Termine yendo con algunos amigos a ver como pasaban las putas a un portal. Pasaban y pasaban y pasaban, y nosotros no reíamos y reíamos y reíamos . Las noches por Madrid son demasiado grandes para tomarlas descafeinado o tomarlas solo. Sin querer queriendo hago propaganda al tío Gallardon, I love Madrid, I love me.