La Danza por la libertad
Acabo de
quedar fascinado, hacía tiempo que no sentía esta sensación, fascinado del
mundo, de los pueblos valientes que lo componen, de los tiempos en la historia
que marca este. Y es que cuando uno se siente más atrapado y asqueado por el “otro
mundo” que tiene delante, siente que pierde las fuerzas e incluso a veces lo
que no se debe perder, eso que siempre nos dijeron que no finalizará jamás,
tiene delirios de caerse por el precipicio: la esperanza.
La belleza
del ser humano, el colectivismo, las pausas que toma un político al hablar, la
mirada expresiva, el gesto lento pero decidido… leí una vez que antes que ser
socialista, comunista o de izquierdas, hay que ser internacionalista, y a mi
esta palabra me resulta más enternecedora, porque uno piensa “oh la unión de
todo y todos” y culturalmente hablando sería una auténtica maravilla. En Madrid
la capital de España dejamos años de oscurantismo, de corrupción, de un no
saber qué hacer… para por fin tener dignidad. Y si volvemos la mirada hacia el
este, nos encontramos que Grecia con Syriza ha reinventado la palabra
democracia, dando una lección de ética y moral a toda una unión que es de todo
menos unida y europea… Pero fijaos que se encendió una luz, -yo la vi- fue la
luz de la esperanza y la lucha contra el miedo y el miedo como ya dije hace
tiempo, es algo que no se puede evitar pero que se puede prevenir.
Una
maravilla como internacionalista y persona humana la elección de Manuela
Carmena al cargo del ayuntamiento de Madrid, y por supuesto el OXI del pueblo
griego sobre Europa. La lucha vivaz con
la que se enfrentan las mujeres del YPG en el Kurdistán contra el EI me ha
encendido la llama libertaria, pero sobretodo me ha hecho ver una vez más que
nuestro mundo creado sobre las bases tan innecesarias del individualismo, el
consumismo desmedido, el sistema piramidal que aboga que alguien esté por
encima de otra persona tiene los días contados.
Les voy a
dejar con todo mi cariño, el documental que ha causado tanto revuelo en mí, y
es que a 2 días de tomar el avión hacia Tierra Santa, uno ya empieza a sentir
la magia del momento, de tantos años con la vista puesta en los que sufren
diariamente. Os dejo con YPG, documental de la cadena rusa RT.
Porque la
mujer, sin ella, seríamos nada ni nadie.
Saludos.
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