martes, 7 de julio de 2015

La Danza por la libertad

La Danza por la libertad


Acabo de quedar fascinado, hacía tiempo que no sentía esta sensación, fascinado del mundo, de los pueblos valientes que lo componen, de los tiempos en la historia que marca este. Y es que cuando uno se siente más atrapado y asqueado por el “otro mundo” que tiene delante, siente que pierde las fuerzas e incluso a veces lo que no se debe perder, eso que siempre nos dijeron que no finalizará jamás, tiene delirios de caerse por el precipicio: la esperanza.

La belleza del ser humano, el colectivismo, las pausas que toma un político al hablar, la mirada expresiva, el gesto lento pero decidido… leí una vez que antes que ser socialista, comunista o de izquierdas, hay que ser internacionalista, y a mi esta palabra me resulta más enternecedora, porque uno piensa “oh la unión de todo y todos” y culturalmente hablando sería una auténtica maravilla. En Madrid la capital de España dejamos años de oscurantismo, de corrupción, de un no saber qué hacer… para por fin tener dignidad. Y si volvemos la mirada hacia el este, nos encontramos que Grecia con Syriza ha reinventado la palabra democracia, dando una lección de ética y moral a toda una unión que es de todo menos unida y europea… Pero fijaos que se encendió una luz, -yo la vi- fue la luz de la esperanza y la lucha contra el miedo y el miedo como ya dije hace tiempo, es algo que no se puede evitar pero que se puede prevenir.

Una maravilla como internacionalista y persona humana la elección de Manuela Carmena al cargo del ayuntamiento de Madrid, y por supuesto el OXI del pueblo griego sobre Europa.  La lucha vivaz con la que se enfrentan las mujeres del YPG en el Kurdistán contra el EI me ha encendido la llama libertaria, pero sobretodo me ha hecho ver una vez más que nuestro mundo creado sobre las bases tan innecesarias del individualismo, el consumismo desmedido, el sistema piramidal que aboga que alguien esté por encima de otra persona tiene los días contados.

Les voy a dejar con todo mi cariño, el documental que ha causado tanto revuelo en mí, y es que a 2 días de tomar el avión hacia Tierra Santa, uno ya empieza a sentir la magia del momento, de tantos años con la vista puesta en los que sufren diariamente. Os dejo con YPG, documental de la cadena rusa RT.

Porque la mujer, sin ella, seríamos nada ni nadie.


Saludos. 



martes, 14 de abril de 2015

El genio de los humildes

El genio de los humildes

Fue una tarde de mayo cuando yo llegué a Buenos Aires, reconozco que era un auténtico desconocido sobre estas tierras, un auténtico ignorante. Vivía en un Hostel cerca de La Boca, muy cerca del barrio de San Telmo, el lugar providencia de músicos y pintores, bohemios, artistas, escritores… ahí se juntaba lo intelectual del cono sur, lo hermoso del aprendizaje. Había puestos de libros, de miles de cosas, pero allí vi el libro que estaba buscando, la edición impresa en esa ciudad cerca de donde todos esos amantes de lo bueno actuaban con calma y a veces con barullo.

Las venas abiertas de Latinoamérica es un libro que no se puede comparar a otro, es sencillo, instructivo, humilde y dedicado.

Me acuerdo desde que empecé a leerlo en mi guarida, (yo vivía con otras 2 personas, mi trabajo allá era precario), que fue como un destello en todo mi mundo anterior, el comprender el porqué de las cosas, el debatir con la gente que me rodeaba, el sentir de las cosas más mundanas, más pequeñas, pero que a la vez se veían desde los ojos más grandes y hermosos.

Él me enseñó mucho, me enseñó a ver con otros ojos ese continente que tenía cicatrices de tantos siglos de usurpación y colonialismo. Él era un genio, un intelectual, me gustan los intelectuales porque aprendes de ellos, y aprendes a vivir como lo hacen ellos. El libro que me acompañó durante casi un año por país y país, que me enseñó a debatir, que me enseñó a querer a Latinoamérica… y hoy sinceramente después de que se apagará tu “fueguito”, tu alma, tu bondad y tu ser, no podría ni escribirte nada con la cabeza, porque el corazón es el que manda a veces y a pesar de todo fuiste mi compañero en Tacna, en Guayaquil, en Bogotá, en Chile y en aquellas noches tan solitarias de Potosí. Fuiste mi amigo, mi soporte y aquel que nunca se iría de mí.

Cuando embarcamos para España, seguías con la magia, fue entonces cuando en Madrid empecé a seguirte, a leerte con dedicación, cada vez que salías te intentaba ver.
Después de un año de llevarte a mi lado en secreto, de leerte y escucharte he comprendido que somos ese “fueguito vivo que alimenta las brasas y que da calor y alegría a la humanidad”


Siento mucho tu perdida, más que nada por saber que nunca jamás escribirá nadie con esa valentía con la que escribiste tú.