lunes, 4 de mayo de 2009

A este lado del mundo


Haz cuantas cosas se te planteen por la mente.
Digamos que me he despedido de ti hoy, hablando de mi presente y queriendo resolver un futuro marcado por metas e ilusiones intactas. Mi deseo es tenerte a mi lado, mi cabeza esta allí todavía, paseándose contigo con total naturalidad, como la brisa que pasa entre las ramas de los árboles en otoño o la casi siempre agradable nieve que cae en invierno. Digamos que me enamore de ti y que es un romance tan imposible como loco. Pero también digamos que estoy enamorado de la forma con la que quiero actuar, con la que veo la vida y con la que me quiero enfrentar a este bello pasaje de mi vida. Mi libertad y mis ansias de volar hacia ti resbalan cada día con el sol de la mañana, te vuelves hacia mi en un intento de conseguirme, en un intento de alcanzarme, en un intento de apoderarte de mi por siempre.
Ahora el bello sol se va para dejarme contigo en esta noche, para que bailemos al son de la luna o al son que te haga a ti mas feliz, el amor por este sueño se esta convirtiendo en una obsesión. Pero pronto estaré allí contigo, con las caricias que el viento solamente allí me da, con el olor a naturaleza viva, con la simpatía que solo tu has sabido crear en tu gente, en sus historias. Historias que se entremezclan en culturas milenarias, y no tan viejas, por eso escribiéndote esto es como escribirme a mi mismo hace 15 años, mezclarme en ti para perderme, perderme para olvidar, olvidar para después recordar. Y todo esto es parte tuya como lo es de mi.

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