martes, 29 de noviembre de 2016

Fidel Castro

Y en eso llegó Fidel

29 de noviembre de 2016, lleva ya 4 días el cielo de luto, hace frío, ese frío que ya nos anuncia la llegada del invierno, de la navidad y de la reunión con nuestros seres queridos en estas fechas tan señaladas. Pero estoy de acuerdo en una cosa, mientras observo desde mi ventana la lluvia y el cielo gris, se me va cayendo una lágrima que bien perfectamente podría mezclarse con ese ciclo natural que la vida en forma de regalo nos otorga. 4 días han pasado desde que Raúl Castro anunciara la muerte del Comandante, la muerte de aquel guerrillero que se alzó en armas con otros 13 inexpertos compatriotas cubanos, para derrocar en una gesta sin precedentes en la historia de la humanidad, a la tiranía del gobierno de Batista.
Fidel Castro, ideólogo, activista político en su juventud, había “mamado” las injusticias sociales desde que nació, aunque su familia tenía muchos terrenos y era rica, Fidel siempre había convivido con los hijos de los campesinos, con la gente que trabajaba para ellos, padecía de un gran humanismo y de un sentimiento por el ser humano indescriptible.
Cuentan los historiadores (Antonio López) que Fidel un día llegó de jugar con esos niños sin zapatos y renunciando a la comida ostentosa, decidió apartarla para comer maíz y puré de papa como los demás, y cuando le preguntaron a qué se debía su actitud, él respondió: “ellos son mis amigos, son iguales que yo, si ellos van descalzos, yo también. Si ellos comen lo que les da la tierra, yo también” Sin saberlo, se forjó una leyenda, una que solo los libros de historia contarán, la historia del hombre que puso en jaque al imperialismo americano y la derecha occidental durante 90 años.



Día triste para el mundo revolucionario, para los jóvenes que aún sienten por la humanidad, para los pobres de América, para los cubanos… hoy se colgó una estrella encima del Malecón, en Playa Girón, en Sierra Maestra, en La Habana, en Santiago, en el firmamento…
Ya eres historia, ya puedes juntarte con Camilo y con Ernesto, ya puedes entrar al panteón de las glorias eternas y de los personajes más ilustres del siglo XX.


¡Fidel, nunca jamás te olvidaré! ¡Patria, socialismo o muerte: Venceremos!