La irracionalidad y la vulgaridad van unidas de la mano del conformismo y la dejadez.
No me gusta ser un quejica cualquiera, ni quejarme de todo, me gusta protestar y reivindicar unos valores perdidos que desgraciadamente veo perder cada día de mi vida. La gente camina, habla y discute de lo que le rodea, pero a la vez se desentiende de todo eso, gira la cabeza desinteresadamente hacia un punto de no retorno, donde su vida se vuelve como cualquier otra vida acomodada. No nos sentimos hipócritas porque hacemos mas caso a la televisión que a los libros, porque no gusta mas los programas del corazón y hablar del vecino que explorar y empaparse del mundo que nos rodea. Sinceramente es muy fácil y cómodo hacer lo que hacemos, ya que podemos tener una licenciatura en cualquier rama y ser un perfecto ignorante, lo cierto es que da mucha pereza preocuparse por algo que no nos concierne, pero claro en una conversación sobre algún problema a escala mundial todo el mundo sabe y opina, todo el mundo esta dispuesto a ser un mártir por cualquier tipo de causa, pero siguen diciéndolo con la boca pequeña. Eso no vale. Y claro luego esta el típico que te dice “si yo colaboro con la sociedad, veo un mendigo y le doy para que se compre un bocadillo” ahí veis la solución del ignorante, con tal barbaridad dicha lo mejor es cerrar la boca y aguantar lo que estas pensado.
Los jóvenes (me considero joven pero no de este tipo) sean de donde sean prefieren el pasotismo y el conformismo, les da igual todo, si llueve fósforo blanco en Palestina, si hay cada dos días 30 muertos en Irak, si hay un golpe de estado en Honduras... mientras tengan dinero para ir a Mango o al Bershka serán felices y cómplices de su propia ignorancia. Es una lastima ver las elecciones que toman muchos de ellos, porque el vivir en esta sociedad sin mas, sin una razon mas que la de vivir, para mi me parece altamente cuestionable y ciertamente decadente. Pensar en objetivos colectivos para que la vida merezca y tenga sentido, abrir los ojos en definitiva.
Hoy es el juez Garzón y el franquismo, hoy tenemos una noble causa por la que luchar, ¿pero mañana? Mañana nadie se acordara de nada, la amnesia progresiva y colectiva que los medios de comunicación nos están inyectando esta afectado seriamente a los pobladores de esta nación bananera. Mientras cada uno siga teniendo su parcelita en este mundo y viva encerrado entre cuatro paredes no tendrá la necesidad de mirar al vecino, y esto es una excusa egoísta y muy hipócrita. Muy poca gente se acuerda ya de los desastres del anterior gobierno (mareas negras, guerras ilícitas, reformas de educación...) para que ahora lo quieran volver a poner en la presidencia de este estado bananero, recalco lo de bananero porque da una sensación de asco y pena. La gente pierde trabajos y derechos y no se quejan, mientras tengan ese pequeño recuadro de vida les da igual si llueve ceniza del cielo o si en Urano hay vida, ¡que mas da!. Nadie ha salido a la calle en este ultimo año para reivindicar sus derechos y precisamente a vísperas del 1 de mayo los hipócritas saldrán a manifestarse por el trabajo y unas buenas condiciones saláriales, por supuesto con los sindicatos amarillos. Si, podéis soltar otra carcajada, nos sentaremos en el sofá de casa y pondremos Telemadrid a ver como levantan pancartas y banderas republicanas en medio de la Castellana, pero lo peor de todo esto es que hay entes que ya de tanto reírse de nosotros se han tirado al suelo y han empezado a mear, mirad si no, ¿os suena Esperanza Aguirre?. Los herederos del franquismo que todavía perduran y perduraran en este país junto con los partidos legales e ilegales que están haciendo que esta democracia sea justa y tolerante (podéis ver el candidato por el PP de Badalona o al de Vic). Herederos del franquismo como el monarca bonachón que tenemos y otros que dedicaron su juventud a alzar el brazo y en su viejuz al mundo del deporte olímpico.
Solo este país es capaz de dar el carné de conducir a un ciego y a un esquizofrénico el de ambulancia, solo aquí en este país de borregos ves como atacan salvajemente a un joven en el metro y como los demás viajeros contemplan y se apartan. Solo en este país se educan los que quieren ser educados.
Bienvenidos al país de los sueños rotos.